Hace poco pensé que, además de escribir mis propios textos,
podría atreverme a escribir sobre lo que otros escriben. Quizá pueda dar un
poco de respeto, pero al fin y al cabo, no
solamente disfruto de cada lectura, sino que también me gusta recomendar algunos de los libros que mejor me lo han hecho pasar. Así que me
parece lógico canalizar todo eso en este blog. No serán reseñas al uso, de momento, sino
que contaré las sensaciones que tuve mientras los leía, mi relación con algunos
libros y autores, los motivos por los que me haya gustado y lo que se me
ocurra. Hoy empiezo con la última novela de Arturo Pérez- Reverte, Falcó, de la
editorial Alfaguara. A ver si os gusta.
Empezaré diciendo que es el primer libro que leo de Pérez-Reverte.
Seguiré diciendo que me ha encantado y quizá me quedo corto con esa palabra. Me ha durado dos semanas en las manos. Es
una novela trepidante, en la que no paran de ocurrir cosas.
Con un comienzo como "la mujer que iba a morir hablaba desde hacía diez
minutos en el vagón de primera clase" está todo dicho. Desde la impactante
primera frase hasta la última te mantiene sumergido en la acción, sin saber en
ningún momento lo que vendrá a continuación.
La novela tiene como escenario la convulsa España del año
1936. El protagonista es Lorenzo Falcó, un agente de los servicios de
inteligencia. El nuevo personaje de Pérez-Reverte lo tiene todo para
convertirse en el protagonista de una nueva serie del autor. No sé a vosotros,
pero sé cuando me gusta un libro porque tengo la sensación de que me gustaría
poder conocer a su protagonista y tomarme una cerveza con él. Con Falcó me ha
ocurrido. Es un tipo único. En un momento de la novela, se
realiza la siguiente descripción: "El mundo de Falcó era otro, y allí los
bandos estaban perfectamente definidos: de una parte él, y de la otra todos los
demás".
A Falcó le encargan una misión que podría cambiar el curso
de la historia de España. Lo hará junto a sus compañeros Fabián Estévez, los
hermanos Montero, y Eva Rengel. El carácter de cada personaje está muy bien
descrito, no ya en profundidad, sino a través de gestos puntuales que delatan
el valor o cobardía de algunos de ellos. Falcó es de los que se atreven. De los
que asumen las consecuencias de sus actos. También es un canalla y un mujeriego. Por ese motivo hay también algunas
escenas muy subidas de tono con descripciones bastante explícitas.
Es una historia en la que se habla, y mucho, de la lealtad,
del engaño, de la traición y del valor. También contiene muy buenas
descripciones de cómo era la vida en la España del 36, meses después del golpe de Estado de Franco contra la República con el que se inició la Guerra Civil. De la miseria y del
fanatismo que hay en toda guerra.
Falcó tiene todo lo que se le tiene que pedir a un buen
libro. Arturo Pérez-Reverte inventa una historia, con su principio, su nudo y
su desenlace. Inventa un personaje con gran futuro, Lorenzo Falcó. Con una
trama muy bien montada que te mantiene enganchado desde el principio hasta el
final. Y te sorprende, vaya que sí te sorprende. Como en las buenas novelas de
espías, nada es lo que parece. Ya estoy esperando el siguiente.
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