Owen Wilson buscando inspiración en Midnight in Paris |
Quiero escribir algo que te conmueva. Algo que te emocione. Que, quizá, consiga que veas un asunto desde un punto de vista desde el que no lo habías visto nunca antes. Quiero escribir algo que te provoque un arrebato de algo. De razón, de irracionalidad, pero algo que te sacuda en lo más hondo. Quiero poder escribir una frase que te golpee como ninguna otra lo haya hecho antes. Me gustaría poder describir un paisaje de tal manera que sientas que no estás en tu sofá cómodamente tumbado sino sintiendo el mismo frío del que te estoy hablando en mis líneas.
Busco, quiero y deseo que sea un texto tan perfecto que al final no escribo nada. Eso es lo que creo que me pasa. Nada más que eso. Y nada menos, tampoco. Esto lo estoy escribiendo fundamentalmente para ver si hay más escritores a los que les ocurre algo parecido. Me gustaría conocer las experiencias de muchas otras personas que llevan años escribiendo o que acaban de empezar a escribir. Necesito saber si esto es más común de lo que a mí me parece.
No sé si es falta de organización. Si es exceso de ambición. O absoluta falta de inspiración. No sé lo que es. Pero sé que hace unos meses escribía un texto a la semana y que ahora de repente hace unos meses apenas escribo. No he dejado de leer, pero no escribo. Y no entiendo qué demonios me pasa. No me viene una sola idea para un relato. Ni una. Cuando me viene una tengo la sensación de que escribo un relato sobre la marcha y lo publico sin pulirlo. Y eso no está nada bien para vosotros, los lectores. En muchas ocasiones, y de ahí el título del post, me aparece la maldita idea en la cabeza de "eso ya lo han escrito". Cualquier idea, por mínima que sea, rápidamente pienso que no es original y que no aportará nada ni hará disfrutar a mis lectores. Y a la papelera que se va según aparece.
En ocasiones es desesperante. No cuento con mucho tiempo y quizá esté relacionado con ello el no poder desarrollar más las ideas que cruzan por mi cabeza. El trabajo y lo que no es trabajo se lo lleva todo. Y en ocasiones, en ese momento de tiempo libre, lo único que quieres es tumbarte en tu sofá y ver un capítulo de alguna de las series que estés viendo en ese momento, desconectar y quedarte dormido (en mi caso).
Alguna vez me dicen si estoy con la novela. A base de repetirlo, algunas personas me lo preguntan como si tuviesen asumido que un día la escribiré. Y me gusta mucho, porque es una forma de obligarme a realizar un sueño y porque los que me lo preguntan me ven capaz. La respuesta es que no, no estoy. O sí. Llevo siempre conmigo una libreta de la librería Shakespeare and Company y ahí apunto ideas generales sobre todo lo que se me ocurre: un rasgo de un personaje, un escenario, un diálogo, un tema que me gustaría tratar. No le doy ninguna forma, pero ahí está. Igual algún día me pongo en serio con ello. Si pude con una maratón...
No me extiendo más. Necesitaba este desahogo y espero vuestras opiniones. Muchas gracias a todos por leer.
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