domingo, 19 de mayo de 2019

Los exquisitos que no ven Juego de Tronos


Mucha gente en Twitter presume de no ver Juego de Tronos


En las últimas semanas, he visto algunos comentarios en Twitter de gente que no ve Juego de Tronos. En su derecho están y esto no me causa ningún problema. En todo caso, creo que se pierden algo muy grande. Lo que sí me causa un problema es cuando, al declarar no verlo, se detecta un tufo de superioridad que apesta. De presumir de que no te gusta lo que le gusta a todo el mundo. Que por no consumir lo que consume la plebe estás por encima. El aura de los exquisitos.

Es una actitud que no entiendo. Y que me irrita un poco. ¿Y por qué? Porque ese tipo de comentarios suelen provenir de personas de un alto nivel intelectual.Por eso mismo me irrito. Porque tengo la sensación de que desprecian el gusto popular como si fuese algo que estuviese por debajo de su categoría intelectual. Y en mi pueblo a eso lo llamamos elitismo.

Y además, es que no pueden estar más equivocados, qué queréis que os diga. Juego de Tronos es una serie de culto, basada en unos libros que no he leído pero que desprenden imaginación por los cuatro costados, a juzgar por lo visto en la serie. Es una obra maestra que ha hecho historia reuniendo a millones de personas delante de la tele. Y lo hace a nivel global y en una época en la que conseguir eso es realmente una verdadera proeza. Pero ellos, en vez de esforzarse por entenderlo, declaran orgullosos no verlo. Me resulta incomprensible si no es por esa necesidad de intentar mostrar que tú eres de alguna forma superior porque no ves lo que todo el mundo ve.

Juego de Tronos es cultura. La serie cuenta una historia brillante, llena de giros de guión. Es realista, con tal cantidad de muertes. Tiene unos diálogos llenos de fuerza. Pero, sobre todo, tiene unos personajes que son una maravilla, porque son complejos. Y la vida es compleja. Y hay veces en las que no todo es tan fácil cómo parece. Y esto se refleja muy bien en la narración. Salvo alguna excepción, todos los personajes tienen luces y muchas, muchas sombras. Cada uno tiene un secreto, un motivo, un sufrimiento, para actuar de la manera en que lo hace. Y puedes entenderlos a todos, te abre la mente.

Te hace reflexionar y mucho sobre las circunstancias extremas en las que uno puede verse en la vida. Te abre la mente, adquieres dosis de empatía incluso con quién nunca te hubieras imaginado tenerlas. Te hace emocionarte. Te hace estar en tensión todo un capítulo de tal manera que estás sentado en el sofá pero a la vez levantado hasta que llega el desenlace y lo gritas como si fuese el gol que da la victoria a tu equipo en la Champions, en el 93 (o en el minuto que sea).

Yo no sé de verdad que más puedo pedirle a una serie que lo que me ha dado Juego de Tronos. Y tardé mucho en verla, vi toda seguida al acabar la séptima para llegar a tiempo a la octava. Y ahora sé que me va a costar mucho hacerme a la idea de que no habrá más y sé también que su historia y sus personajes se quedarán a vivir conmigo toda la vida.

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