Primera entrega del diario en 2021. No debería llamar diario a un espacio en el que llevo sin escribir meses. Pero lo llamo así porque me apetece. Hay gente que llama "ilegítimo" a un presidente del gobierno elegido democráticamente, no voy a poder yo llamar diario a una página que es exclusivamente mía y en la que comparto mi vida.
Continuamos con los acontecimientos históricos. Tras la
pandemia de 2020, la nevada de 2021 que ha dejado Madrid destrozada. No es una
exageración, es que la sensación que uno tiene caminando por Madrid durante
estos días no la tuvo ni siquiera en pleno confinamiento un día que tuvo que
salir y vio todo el centro vacío. Ver las calles destrozadas y tantos árboles
por los suelos, y la gente andando con tanto cuidado y cayéndose algunos, da
una imagen totalmente apocalíptica. Como dicen, el guionista de
Creo que hay que prestarle mucha atención a Estados Unidos. De momento, sigue siendo la potencia mundial y lo que ocurra allí es determinante para el resto del mundo. La ultraderecha hoy está comunicada de manera global y replican las estrategias que ven que funcionan, como la desinformación a través de redes sociales y determinadas webs "informativas". Con esa desinformación, han sembrado el caos en Estados Unidos liderados por Donald Trump, que sigue negando los resultados electorales. El asalto al Capitolio fue algo mucho más serio de lo que nos podamos imaginar. Y muchos han tomado nota de lo ocurrido allí. La amenaza continúa, como ha alertado el FBI.
Hablando de Estados Unidos. Han celebrado elecciones en mitad de una pandemia y con unas cifras terribles. Donald Trump advirtió hace meses de que igual se debían retrasar y se le echaron encima porque las elecciones son algo sagrado y lo vieron como una maniobra de un gobernante autoritario. En Cataluña parece que se van a aplazar las elecciones previstas para el 14 de febrero. Algunos allí, no todos pero sí muchos, llevan años presumiendo de ser los mejores y los más modernos. Si se confirma el aplazamiento de las elecciones, será un reconocimiento de que dijeron muchas mentiras.
Creo que fue en noviembre o así que vi a unos visitantes chinos en el museo, eran una pareja creo recordar. Lo apunté en las notas del móvil para cuando recuperase el diario. Lo hice porque llevaba tantos meses sin ver visitantes asiáticos en el museo que me hizo mucha ilusión, además me preguntaron algo y les ayudé encantados. Si no les abracé fue porque hubiera sido de lo más raro hacerlo, pero ganas no me faltaron. Añoranza total de la vieja normalidad, sí.
Noto en muchos periodistas y en muchos expertos sanitarios unas ganas enormes de que nos confinen. Parece que lo disfruten, que lo estén deseando. Y muchos de los que lo dicen no sé si tienen la empatía suficiente para saber los trastornos que un confinamiento provoca a muchas familias, de verdad que creo que no lo saben. Y es muy fácil pedir el confinamiento desde un micrófono en la radio o en un plató de televisión cuando tú casi no lo vas a sufrir. Pero es que encima dicen "otros países están tomando medidas", muy bien, pero se les olvida contar la información complementaria: que esos países tienen unas cifras desastrosas de muertos diarios. Alemania tuvo un confinamiento duro en navidades y está en mil muertos diarios. La Comunidad Valenciana no dejó entrar ni a familiares durante las navidades y también están fatal. A lo mejor encerrar no sirve de tanto, se me ocurre.
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